martes, 9 de mayo de 2017



Novias de Blanco y Negro en la Lima del Siglo XIX: Moda o Luto?
Jasón Enrique Mori Julca




INTRODUCCIÓN

En la Lima del Siglo XIX la moda tenia dos formas de dictarse, la primera era por medio de la moral y de los espíritus conservadores dictados por la era Victoriana, la segunda era aquella que la dictaba la misma moda en si y que provenía de la capital de entonces en estas normas, París. Si bien es cierto en la Lima de entonces se huso la saya y manto, traje típico de la tapada que fue el vestido por tradición de la antigua capital de los virreyes españoles y que fuera descrito por cuanto viajero pasara por la capital. Este traje se utilizo hasta según crónicas locales entrados los años de 1850 pero fue reemplazado por las anchas faldas de crinolina y ropas un poco mas sueltas a la figura femenina. Esta es posteriormente cambiada en los 60 y 70 por ropas un poco mas holgadas y a la vez en los 80 por ropas mas ceñidas al cuerpo que en los 90 fueron soltándose las faldas para entrar a un nuevo siglo con vestidos mas atrevidos y en los que el hombro y los brazos eran mas mostrados y no quedaban solo relegados a vestidos de gala o de cena.


Se habla de que las novias llegan de blanco al altar y que ello simplifica la pureza de la misma. Pero de donde surge esta moda del blanco? y antes, ¿de que color era su vestimenta? Algunos señalan en la protagonista principal de esta moda a la Reina Victoria como autora de esta moda, en la Inglaterra de entonces el casarse significaba llevar un tipo de color según su Posición u orden de realeza así existían los vestidos de novia color rojo, lila, negro y marfil. En vista de tales colores la entonces Reina decidió tomar la determinación de romper ciertas antiguas costumbres y casarse de blanco. Otros, por el contrario, señalan que fue la entonces novia del Emperador Francés Napoleón III.

El huso del traje de novia propiamente no esta registrado en nuestra ciudad capital pero mediante el estudio de las fotografías podemos darnos una idea que pudo haber sido introducido al mismo tiempo en que puede haberse ideado, una de las imágenes de la muestra nos refleja la utilización de un traje de novia con crinolina lo que demuestra que este se usaba entrado los año 1850. Las mismas imágenes nos muestran trajes diversos pero principalmente el ceñido al cuerpo de amplio velo blanco y muchas veces el traje de novia era decorado como con guirnaldas de flores que colgaban del vestido principalmente entre los 70 y 80, siendo ya no utilizados en años posteriores. La novia se coronaba con un arreglo floral y en la mano llevaba el clásico boquee. En algunos casos se llevaba otro pequeño arreglo floral a la altura del corazón, el huso del guante blanco era otro accesorio que quedaba al criterio de la novia. 

La nefasta Guerra con Chile trajo muchos cambios sociales y económicos a nuestra patria, divido posiblemente a las casualidades del destino y a la moda la guerra con Chile sucede cuando en Europa se utilizaba los colores oscuros como el chocolate y el negro para los trajes de novia, unos era por moda y otros eran para luto el cual después de un año la viuda podía casarse nuevamente pero vestida de negro, en otras debido al fallecimiento de un familiar se casaban de negro. Las primeras referencias sobre dichas costumbres llegan hasta nuestras días muchas veces debido a lo que nos han contado nuestros abuelos o aquellos parientes ya desaparecidos, pero esta versión cobra mayor fuerza cuando en 1979 Guillermo Thordike publica en su conocida obra “Autorretrato” imágenes de dichas novias de negro señalando que vestían el luto producto de la perdida del Huascar y de nuestra provincia sureña de Tarapacá, lo cierto es que ni Porras, ni Basadre señalan dicho acontecimiento como causa de este repentino cambio de moda nupcial de acto privado a acto de protesta, no existe dentro de nuestras conocidas asociaciones feministas una referencia simbólica de este hecho que hubiese pasado desapercibido y que haya sido tomado como estandarte de acto de protesta por parte de dichas asociaciones con respecto a la mujer peruana del siglo XIX. Lo cierto que esta moda de vestir a la novia de negro apareció en el Perú en un momento en que cruzaba su peor sitial dentro de su historia y que esto fue tomado como medio de expresión ante los acontecimientos y que luego de concluida la guerra prosiguió como un símbolo de luto ante acontecimiento particulares de la pareja. Lo mas claro esta que esta moda no desapareció con el siglo XIX, siendo hasta entrado el nuevo siglo practica de algunas novias de nuestra ciudad capital. Esta exposición trata, además, de poner en debate la siguiente incógnita: Fueron las novias de negro una moda o un luto por la Guerra con Chile?.

LA MODA EN LIMA A MEDIADOS DEL SIGLO XIX

El Vestuario y la imagen / Alberto Bertanzi.
1830-1899 Romanticismo (nuevo rococó), en el vestuario femenino de 1830 a 1840 la falda se amplia y es vaporosa; hacia la década de 1870 vuelve la crinolina mientras los acontecimientos sociales daban fin al lujo y la llegada de formas poéticas en las líneas (muy usual en el rococó 1720-1784), después de 1870 la crinolina es cambiada por una forma de “silla de montar” ó “asellino” en los últimos 20 años del siglo las líneas se simplifican, los pliegues son mas acampanados, las mangas son a “muslo de montón”. El traje masculino estaba constituido por el “Frack” con chaleco (antes de 1850) después de 1860 se usa el sobretodo completado por la “tuba”, sombrero de forma cilíndrica.


Trajes y tocados de las limeñas a través de cuatro siglos / Pedro M. Benvenuto Murieta. – Lima :
ENAE, 195-?
Numerosos retratos del 60 al 70 nos ofrecen la visión de pulcras mantillas de encajes blancos o negros, llamaban las por entonces en Lima basquinas, dado al vocabulario acepción muy diferentes de los españoles que significaba cierta especie de falda.
Los vestidos de baile y los caseros competían en todo los moldes parisienses, que vulgarizaron los periódicos ilustrados y los figurines. A raíz de la guerra del 79 obtuvieron preferencia las mantas que solo tenían bordada la guardilla y, después, las llamaban de vapor con primorosas blondas.

Modas de ayer y elegancias que fueron / María Wiesse. – Lima : ENAE, 195?
El traje de la tapada, traje nacional que se usaba desde inicios de la colonia hasta 1850 en que como señala Fuentes en su obra Lima “Las rigurosas y recientes modas de París se aclimataban inmediatamente en Lima”. En 1854 para el paseo se usaban capas y abrigos cortos con los que se llevan los sombreros y capotas. Las mangas son largas, angostas de arriba van anchándose hasta llegar al puño donde a veces se cierran otras quedan abiertos. Antes de 1880 las faldas eran amplias, se usaban las crinolinas, el fichú, la angosta cinta de terciopelo alrededor del cuello, el escote ya no es en punta, ni el corpiño ciñe tan apretante el talle. La línea se hace mas flexible. En 1880 el traje se hace ondulante por ser confeccionado en seda crujiente; las faldas muy largas se prestan a ser recogidas con movimientos graciosos, los corpiños suben ocultando el cuello. Las modas de 1880 todavía tienen carácter, son distinguidas, muy femeninas, favorecen a las mujeres delgadas, de rostro fino y maneras aristocráticas. De 1895 a 1914 el traje femenino es antiestético, híbrido; adoleciendo de indecisión.

  
 Escena de calle de Lima, 1844
                                                         Por Mauricio Rugendas (1802-1858)


NOVIAS DE BLANCO Y NEGRO

NOVIAS DE BLANCO

Aunque para finales de los 1830's y principios de los 1840's ya se confeccionaban vestidos de novia en un suave color marfil. Estos vestidos eran de una hechura bastante simplista, de hecho en ocasiones el velo llegaba a ser  la parte más elaborada del atuendo nupcial.


Courret, Eugenio
Sr. E.G. Fraser y Sra. Lima, 1880.

1 placa de vidrio; negativo: 12x18 cm

La boda de la Reina Victoria de Inglaterra en 1840 marcó una ruptura con la tradición y decidió revelarse en el día de su boda  abandonó el protocolo asociado a los colores casándose de blanco, ya que hasta entonces predominaban los tejidos nobles (brocados, terciopelos) en tonos rojos (símbolo de poder y color preferido por las novias de las casas reales europeas), que desde que existe historia escrita, el vestido de novia siempre había sido de color Rojo o variantes del mismo, curiosamente esta costumbre se observaba en todo el mundo incluso en China y la India, países que tienen un gran ceremonial de casamientos, los otros colores usados por aquellos años eran el dorado (en túnicas y tejidos ricos) o el plateado (sobre todo en brocados), que delataban el status social de la novia. Otros colores comunes como azul, rosa, verde, café oscuro eran utilizados indistintamente. Desde entonces, el traje de novia blanco, que durante la época antigua ya tenía connotaciones de limpieza y pureza en los países católicos, se empezó a asimilar con la virginidad.
A partir de esta época, el vestido de novia siguió las tendencias del vestido elegante, aunque lo
que diferenciaba el vestido de novia de este último no era tanto el corte como el uso de lujosos tejidos, como el damasco y el satén, y de preciosos encajes en su elaboración. Otros señalan que la tradición cambió en la época de Napoleón III, cuando su esposa en 1860 usó por primera vez un vestido blanco y amplísimo que lució el día de su boda, tanta fue la conmoción que causó que desde ese día las novias se visten de blanco en casi todo el mundo, y son usados solo una vez solo para demostrar la riqueza de la familia.

Hacia 1850 se extendió el uso de la crinolina y de la enagua de aros, que daba a la mujer una apariencia de triángulo de base ancha. A mediados de 1860, la crinolina empezó a desplazarse hacia la parte trasera de la falda.   
En la década de 1870, bajo la influencia del diseñador Worth, el vestido de novia se inspira en el traje de baile característico del siglo XVIII. El refinamiento y la distinción caracterizaban estas prendas. Por esta década el blanco  y para los 1880's la mayoría de las mujeres usaban los colores claros -blanco y marfil-, pero aún era muy común ver a las novias vestidas con su mejor vestido "dominguero".

En el día de su boda, las jóvenes con posibles lucían dos versiones del mismo vestido: uno más recatado con manga larga y cola para la ceremonia, y otro con un corsé más escotado y sin cola para la noche.
Asimismo, en esta década, la falda empezó a crecer por detrás, y se solía llevar recogida en la parte posterior para darle una forma exagerada. Los velos, elaborados a mano, se llevaban largos, prendidos en la parte baja de la cabeza con flores de naranjo. Cuando la ceremonia había terminado, el velo se retiraba hacia atrás.
En 1880 triunfa el ideal de mujer ornamentada: el vestido se pega al cuerpo, las faldas adquieren volumen en su parte posterior y los adornos y los lazos se multiplican. El vestido no tiene costura horizontal en la cintura, sino que utiliza pinzas verticales para ajustarse a ésta, realzando de así el busto y las caderas de la novia.
Sin embargo, en 1890, la moral Victoriana recrea la mujer modesta, piadosa y sumisa. El vestido de novia se hace eco de esta moral y representa la aceptación integral de estos valores.

Son vestidos de manga alta y cuello alto, recatados. Incluso las manos de la novia deben quedar cubiertas en público. La línea de la falda parece un embudo, dibujando una figura esbelta con un bajo acampanado. El velo pasa a ser obligatorio y se lleva prendido sobre complicados peinados. Los ramos, cada vez más voluminosos, son recogidos con mucho decoro.
El machismo que siempre ha imperado a lo largo de la historia, ha obligado a la mujer llegar al día de su matrimonio, virgen.  Esto se representa de varias formas ese día, ya sea por el peinado, los adornos que se llevan y, principalmente en los tiempos modernos (como se mencionó arriba), el vestido debe ser claro, de preferencia blanco, ya que esto indica pureza.
La pose del hombre sentado y de la novia de pie, es una de las poses más comunes en los retratos, revelaba el lugar secundario de la mujer en la sociedad patriarcal. Existían otras poses en las que el velo se exhibe aparte, por lo que se puede suponer que el estar de pie y sin velo es un tributo al lucimiento de las galas nupciales. Otras muestran a los novios de pies juntos o separados por algún mueble.
El velo sobre el rostro, que actualmente es un adorno más de la indumentaria de la novia, en la antigüedad simbolizaba la pureza y castidad de la contrayente. Se podía retirar hasta que la celebración terminaba y así el novio al besar a la novia "recibía su pureza".
En los retratos las ambientaciones ganaron espacio en las fotos de boda. Telones pintados, muebles de época incierta y otros recursos escenográficos daban clima a la composición.
Estos elementos fijos y escenográficos respondían en parte al tiempo que demandaba la toma fotográfica. Naturalizar tantas demandas y personalizarlas fue el desafío cumplido por los especialistas del género.
En esta época moderna, el vestidos blanco llega  a ser accesible a la mayoría de la población, cosa que antiguamente solo las personas de dinero, podían darse el lujo de de mandar hacerlo, tan glamoroso como su “bolsillo” se los permitiera.

Courret, Eugenio
Sra. Josefina Laverne. Lima, 1885.
1 placa de vidrio; negativo: : 18 x 24 cm.


NOVIAS DE NEGRO
¿Desde cuándo una novia vestida de negro? Desde siempre. Antes del Barroco, del Renacimiento e incluso antes de la Edad Media - épocas en que los colores ricos triunfaban entre las novias -, el traje de novia era de color negro u oscuro. Hasta bien entrado el siglo que dejamos atrás, y antes de que la tradición de casarse de blanco se generalizase, las novias vestían de negro (aunque la mayoría de las veces la mantilla blanca fuera un complemento imprescindible).


Castillo, Rafael
Novia vestida de negro. Lima 188?
1 placa de vidrio en colodión; negativo: 13x18 cm.

Por ese entonces, para la novia de clase media le era más práctico vestir colores oscuros por varias razones. La razón de mayor peso era la económica. Una novia prudente siempre es previsora -un vestido de novia puede ser usado, posteriormente, y en   muchas ocasiones, no sólo en su "día especial"-. Un vestido de novia pasaba a ser el mejor vestido de noche una vez terminada la ceremonia nupcial, y claro, la preferencia por los colores obscuros se debía a  la mayor facilidad para mantenerlos limpios.



Courret, Eugenio
Sr. Juan Graziani y Sra. Lima, 1886.
1 placa de vidrio; negativo: 12x18 cm.

Un vestido negro también podría usarse si la novia fuera a contraer nupcias con un viudo o ella estaba de luto ya sea por un familiar o al cumplir 1 año de viudez, la costumbre era frecuente hasta la década del veinte tanto para las viudas de zonas rurales como para las jóvenes contrayentes de clase urbana acomodada. De hecho, estos vestidos de peculiar elegancia eran llevados en más de una ocasión y en la sociedad norteamericana del siglo XIX era obligado usarlo al cumplir el primer aniversario de casamiento. Esta costumbre de casarse de negro posiblemente haya sido adquirida por diversas sociedades a partir de la vida social de la mujer piamontesa.

Dubreuil, Adolphe
Sr. Leopoldo Basurto y Sra. Lima, 1888.
1 placa de vidrio; negativo: 13 x 18 cm.



Courret, Eugenio
Sra. Venecia Navarro. Lima, 1885.
1 placa de vidrio; negativo: 18x24 cm.

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