miércoles, 9 de octubre de 2013

LA HUELGA EN EL PERÚ 

 Gian Marco Osorio P.

EL COMIENZO DE LA CLASE OBRERA EN EL PERÚ

 Después de la Independencia de España (1820-1860), nuestro país sufrió una anarquía total, en la cual ningún grupo dominante logró imponerse en nuestro estado y los gobiernos fueron breves, acaudillados por militares. Nuestra clase dominante fue conformada básicamente por comerciantes, banqueros, terratenientes que durante mucho tiempo sólo se dedicaron al derroche y a los placeres de la vida suntuosa. 
En esas décadas, Lima contaba con una población aproximada de 100,000 habitantes y su demarcación territorial era muy pequeña. La comunicación con las distintas ciudades de nuestro país era por vía ferroviaria y la población estaba conformada por empleados domésticos, artesanos, comerciantes, etc., que presentaban una condición de vida muy paupérrima.




Nuestra producción era artesanal porque no existía industria; asimismo, los productos o bienes eran básicamente muebles, zapatos, telas etc.  La economía del país se encontraba desarticulada porque se encontraba relacionada directamente con España, la minería estaba abandonada y las haciendas en su mayoría  eran trabajadas por negros que eran tratados como animales. En el año 1854, con la abolición de la esclavitud proclamada por el presidente Ramón Castilla, los negros se negaron a  seguir trabajando en las mismas condiciones y los hacendados cubrieron la falta de mano de obra empleando “coolis”, inmigrantes provenientes de China.
La reestructura e inesperada organización de la economía del  país se debió básicamente a la explotación del guano de las islas de nuestro litoral, porque este producto fue utilizado como fertilizante. Para tener una idea del desarrollo de este producto, en 1846 los ingresos por venta fueron del 5% de nuestro ingreso nacional; para 1875, los ingresos fueron el 80%. Este producto generó que la clase dominante vinculada a esta actividad se constituyera en una hegemonía.




Durante este periodo aparecieron Partidos Civilistas, cuyo único interés fue de corte económico y político. Los civilistas contrajeron exagerados préstamos, que a la larga constituyeron su declive, pues la mayor parte de los recursos de la extracción del guano eran destinados para pagar los intereses acumulados. Asimismo, los ingresos del guano no fueron empleados en aumentar el desarrollo del país sino que fueron dirigidos al derroche y al lujo. Con el descubrimiento del abono sintético se redujeron las ventas del guano a un 50% de su producción, y la crisis se agudizó en proporciones incontrolables. Además, la Guerra con Chile intensificó la galopante crisis.
A raíz de todos estos hechos, los artesanos se encontraban abandonados y empobrecidos en las ciudades. Por esta razón decidieron agruparse en sociedades de Ayuda Mutua y Mutuales para protegerse de la miseria, teniendo como consecuencia la creación de la  Confederación de Artesanos Unión Universal, en 1886.
Cuando la llegada de Nicolás de Piérola a la presidencia, su objetivo principal fue la reconstrucción del país, que padecía las secuelas de la Guerra con Chile. El capital extranjero que llegó durante el gobierno de Piérola fue dirigida a la inversión de fábricas (Inca Cotton Mill, Textil El Progreso y Textil La Unión). Con este surgimiento de distintas fábricas, los artesanos que se encontraban sin laborar  se vieron obligados a convertirse en obreros. La clase obrera tuvo que soportar condiciones deplorables que, en algunas ocasiones, llegó a la explotación de mujeres y niños pues el trabajo diario llegaba hasta las 16 horas y no existía ningún tipo de beneficio. 


LAS HUELGAS EN EL PERÚ


Una huelga es una acción emprendida de forma individual o por un colectivo social, consistente en dejar de hacer funciones o labores para ejercer una presión social, con vistas a la obtención de un objetivo concreto”.

El derecho de huelga fue reconocido por primera vez en 1864, en Inglaterra, y constituye en la actualidad en uno de los derechos inalienables del hombre, reconocidos por la ONU y por gran número de países.
Huelgas que han pasado a la historia son la de 1886 en Chicago, por la jornada de ocho horas; la de 1905 en San Petersburgo, de carácter insurreccional; las revolucionarias de 1917 y 1920, en  España y Alemania respectivamente; la de 1946 en la General Motors de EE.UU., que duró casi un año; y la de mayo de 1968, en Francia.
En 1896, los obreros de la fábrica textil del Grupo Grace en Vitarte manifestaron su rechazo a los malos tratos que recibían pues, en aquella época, los trabajadores ingresaban a laborar a las 6:00 a.m. y terminaban a la medianoche. Pedían reducir su jornada laboral, aumentar sus salarios y mejorar sus condiciones alimentarias. La huelga, dirigida por Emilio Mendoza, fue reprimida por las fuerzas del orden, quienes apresaron a los dirigentes y obligaron con latigazos a los obreros para que se reintegraran a sus labores diarias. El Gobierno de Piérola tildó de “criminal” a está primera manifestación de obreros.


En un ambiente totalmente hostil, tanto de los patrones como del gobierno de turno, en 1900 los estibadores del Callao paralizaron el puerto. Aquellos obreros exigían asistencia médica en caso de alguna enfermedad y reclamaban  Indemnizaciones por riesgos de trabajo.
A raíz de la falta de apoyo por parte del gobierno, los obreros se organizaron y comenzaron a

visitar a otros trabajadores de fábricas y haciendas aledañas para que apoyaran sus luchas. Así, en 1904 se inició una huelga multitudinaria, llamada “La Huelga de los Portuarios” en el Callao donde muere Florencio Aliaga, a quien se le recuerda como mártir de la clase trabajadora peruana. El resultado de esta huelga tuvo consecuencias positivas en los intereses de los trabajadores, obtuvieron el 20% de aumento en sus pagos y mejoras en las condiciones de trabajo.
El año 1905 fue decisivo en la organización de los trabajadores en el Perú. Diversas celebraciones se realizaron, recordando la Jornada Internacional de los trabajadores mártires de Chicago en 1886. En aquella reunión, el acuerdo unánime de los obreros fue luchar por las ocho horas. A partir de aquella fecha, aparecen en la escena local publicaciones periódicas como “Los Parias”, “El hambriento”, “Humanidad” y “El oprimido”. La más importante de estas publicaciones fue “La Protesta”, que aparece en 1911 y que reunió a destacados dirigentes obreros, entre los que podemos destacar Manuel Caracciolo Lévano, Delfín Lévano y Luis Felipe Grillo.

"En la mañana  de hoy circulo de pronto en Lima la noticia de haberse  realizado sangrientos sucesos en el Callao, con motivo de la huelga de jornaleros que también viene preocupando al comercio y á las autoridades. La noticia nos ha venido del  Callao por telefonemas  sucesivos:
A las 7 de la mañana de hoy una fuerza de policía al mando del capitán  Chamorro, intimó a los huelguista que no pasaron el muelle de Fleteros. Los huelguistas tomaron entonces la brida de los caballos de la fuerza pública y se abrieron paso hasta el citado muelle. Florencio Aliaga está  herido a bala en la pierna derecha. Su estado es grave. Al ser conducido al Hospital Guadalupe un grupo de sus compañeros quisieron arrebatarlo para pasearlo por la ciudad, pero una fuerza del escuadrón Nº 1 lo impidió".   La Prensa.  Edición de la tarde.  Lima, 19 de mayo de 1904.  p.1.  





Los Parias.  Lima, 1 de mayo de 1905.  Año II.  Nº 13.  p.1.


EL PRIMER PARO GENERAL DE LIMA Y LAS MANIFESTACIONES EN EL NORTE DEL PAÍS

          Teniendo como objetivo la conquista de las ocho horas, una serie de huelgas repercutió la escena local. En 1907, los Conductores y Motoristas de la ciudad iniciaron una huelga que paralizó el país y en 1910 la movilización por los derechos de los jornaleros del Callao acaparó las primeras páginas de los diarios, que destacaban la organización de los obreros.
En 1911 se desarrolló el primer Paro General en Lima, en solidaridad con los obreros de Vitarte que habían sido masacrados por tropas del Gobierno ante sus fallidos reclamos. En marzo de ese  año, los obreros textiles de Vitarte presentaron un pliego de reclamos a la gerencia, exigiendo aumento salarial, reducción de las horas de trabajo y disminución de los precios de los alimentos que la empresa vendía. El rechazo de los dueños de la fábrica textil de Vitarte no se hizo esperar. A raíz de las manifestaciones de obreros en Lima, la gerencia de la fábrica textil de Vitarte comenzó a contratar personal de reemplazo. Esta negativa actitud asumida por los empresarios y por las autoridades de Lima motivó el rechazo del resto de los trabajadores de la capital, por lo que se decretó el Paro General en apoyo a los textiles de Vitarte.



       El movimiento fue un éxito. El paro fue masivo y paralizó la ciudad. Ante tales hechos los dueños tuvieron que ceder. Los obreros de Vitarte obtuvieron sus objetivos. Entre los logros conseguidos se encontraba la supresión del trabajo nocturno.
En las haciendas del norte del país (Casa Grande, Zucher Plantagen, Roma, Chiclin, Cartavio), las condiciones de trabajo de los cañeros eran insoportables. Los patrones decidieron aumentarles de tareas, por tal motivo los obreros exigieron que se les aumente el salario.  Sus peticiones no fueron escuchadas, por lo cual 5 mil braceros de Casa Grande optaron como medida de fuerza la amotinación. La policía rural no pudo controlar la situación y el gobierno de turno consideró la necesidad de enviar tropas al norte del país. El enfrentamiento de los obreros con las autoridades tuvo como consecuencia la muerte de más de 150 braceros. Sin embargo, tales sucesos atemorizaron a los hacendados, logrando que los trabajadores obtuviesen la supresión temporal del sistema de enganche y la disminución del precio de alimentos vendidos obligatoriamente en los Tambos.

HUELGA DE CONDUCTORES Y MOTORISTAS










LA HUELGA DE LOS CONDUCTORES Y MOTORISTAS
Una crisis de aquellas que con tanta frecuencia se presenta en los grandes centros industriales  europeos, acaba de estallar  entre nosotros. Ha sido el preludio de una lucha que se inicia en este país, donde la falta de brazos y la ausencia del verdadero capitalismo han postergado su fatal  aparición; felizmente la intervención del Estado, la única aceptable en casos como éste ha puesto fin á la huelga.   Prisma : revista ilustrada de artes, letras.  III (29) : 8.  Lima, 1 de enero de 1907.







HUELGA EN VITARTE
LA HUELGA DE VITARTE.   Ilustración Peruana.  III (78) : 928.  Lima, 29 de marzo de 1911.



“Al movimiento de paro de los obreros de Vitarte, ha seguido un movimiento casi general de los demás obreros de las diversas fábricas é industrias limeñas. Fracasado entre los gerentes de Vitarte y sus operarios rebelados todo plan de arreglos y acuerdos después de laboriosas gestiones, éstos decidieron solicitar el apoyo de sus compañeros de gremio quienes en su mayor parte apoyaron su actitud y opinaron por ir al paro general en señal de protesta.
Este paro fue acordado el sábado en sesión numerosa verificada en el local de la sociedad <<16 amigos="">>, sesión de la que damos dos vistas fotográficas al lado de otras dos relativas á la función dada esa misma noche en la <> con el objeto de reunir fondos que incrementaran los de la caja de resistencia.”



EL PARO GENERAL
La adormitada y tranquila ciudad de Lima salió el lunes  de su habitual modorra gracias á la actitud de los obreros que declararon el paro general como actitud de solidaridad con el gremio de operarios de tejidos, una cuyas ramas la de los de Vitarte, se hallaban en huelga a causa de no acceder los gerentes de esa fabrica á sus exigencias  de disminución de horas de labor y aumento de jornal.
Los huelguistas se reunierón desde las primeras horas de la mañana en la plazas Italia, Bolognesi y Dos de Mayo, donde se pronunciaron  fogosos discursos, distribuyéndose después en minuciosos grupos por las diversas calles de la población haciendo manifestaciones de variada índole y practicando actos hostiles contra los empleados del eléctrico  y originando así distintos conflictos en que intervino la gendarmería sable en mano.  Variedades.  IIV (163) : 438-440.  Lima, 15 de abril de 1911.




LA LUCHA POR LAS OCHO HORAS EN EL PERÚ
Entre los años de 1900 a 1920, el país estuvo gobernado por el partido civilista (Republica Aristocrática).  Estuvo conformado mayormente por comerciantes, banqueros y terratenientes. 
En 1912, Leguía convoca a elecciones para presidente de la Republica. En estos comicios se enfrentaron dos candidatos, Antero Aspíllaga (conservador) y Guillermo Billingurst (populista).
Billingurst ofreció en su programa de gobierno medidas que favorecían a sectores populares, como  la ley de protección social y  accidente de trabajo. La población peruana apoyo a la candidatura de Billingurst, realizando manifestaciones populares, miles de limeños salieron a las calles manifestando su apoyo al candidato populista.


 El candidato utilizó como símbolo de campaña, un pan grande, se decía que así iba a ser el tamaño del pan si Billingurst ganaba.  Al final de las elecciones, Billingurst obtuvo una amplia victoria sobre su rival con el apoyo mayoritario de los obreros entusiasmados por promesas que nunca fueron cumplidas.
En 1913 la Unión de Jornaleros del Callao cuyo presidente era Fernando vera inicia una huelga general indefinida, demandando el derecho por las ocho horas de trabajo.  Otros sectores de obreros entraron en huelga en apoyo a sus compañeros del Callao.
Fue un movimiento huelguístico que casi puso de rodillas al gobierno, la huelga se prolongo por varios días. El presidente Billingurst, a quien los obreros apoyaron anteriormente, sacó aquí su verdadera faz reglamentando las huelgas.  El paro generalizó todos los sectores de producción y el gobierno tuvo que ceder decretando la jornada de las 8 horas, pero solo para los trabajadores del puerto del Callao.



La Guerra Mundial afecto a la economía del Perú. Aumentaron los precios de muchos alimentos que eran importados. El costo de vida subió fuertemente y la oligarquía peruana se negaba a conceder aumentos saláriales. Los conflictos aumentaron, produciendo numerosas huelgas en protesta de la situación del Perú.
En 1913 en Talara y Negritos, los petroleros sacaron adelante una huelga exitosa y que trajo consigo el despido de varios lideres obreros por parte de la empresa Duncan Fox y que fueron repuestos gracias al apoyo de los obreros del Callao que sabotearon los embarques y desembarques de dicha empresa.
En 1916, la historia del movimiento obrero registra las luchas de los trabajadores de Huacho, Sayan , Supe y Pativilca que reclamaban aumento de sus jornales por el alza de precios de las subsistencias. Las consecuencias de las manifestaciones trajo consigo la muerte de dos trabajadoras mujeres, Irene Salvador y Manuela Chaflajo.
Las diferentes luchas proletarias que se desarrollaban  en Lima durante esos años, tuvieron la posibilidad de centralizarse cuando se crea la Federación Obrera Local de Lima. En su primer congreso la FOLI dio prioridad inmediata la lucha por las ocho horas.
El 12 de enero de 1919 se inicia el paro general. La federación de estudiantes del Perú intentó mediar en el conflicto eligiendo a delegados, entre ellos se encontraba Haya de la Torre. La delegación de estudiantes planteo la propuesta de una jornada de 9 horas, la cual, la dirigencia obrera rechazo enfáticamente.
La fuerza del orden reprimió a los huelguistas. Se apresó a dirigentes y se clausuró el periódico “El Tiempo” donde José Carlos Mariátegui apoyó el movimiento obrero en su columna “Voces”. El gobierno tuvo que ceder y el 15 de enero de 1919, el presidente Pardo decretó las ocho horas en todo el país.

HUELGA EN IQUIQUE











HUELGA EN IQUIQUE
“Hasta hace muy pocos días, la atención de todo el público de Lima, estuvo fija en el movimiento  huelguista de Iquique; por eso son de palpitante actualidad y vivísimo interés las vistas que insertamos y que nos  han sido galantemente cedidas por nuestro Cónsul en ese lugar, señor Manuel  María Florero. El doloroso desenlace que tuvo aquel movimiento, ha provocado los comentarios generales y distintos en todo los labios, justificativos unos, condenatorios los demás, pero todos han tenido  la triste uniformidad de la amargura con que han sido vertidos”.   Actualidades.  Lima, 4 y 11 enero de 1908.  p. 3 y 4.












 MANIFESTACIÓN BILLINGHURISTA DE AYER.  La Crónica.  Lima, 20 de mayo de 1912.  P.1.


MANIFESTACIÓN BILLINGHURISTA DE AYER.  La Crónica.  Lima, 20 de mayo de 1912.  P.1

FIESTA OBRERA DEL 1 MAYO


LA FIESTA OBRERA DEL 1º DE MAYO (En el callao – En la tumba de Aliaga).   Variedades; revista semanal ilustrada.  VIII (218) : 1.  Lima, 4 de mayo de 1912.


HUELGA DE TELEGRAFISTAS














LA HUELGA DE LOS TELEGRAFISTAS
Lima permaneció incomunicada con el resto de la república durante muchas horas. El asunto se ventila ahora, en medio de un ambiente agitadísimo, en la Cámara de Diputados donde los señores Ulloa, Salazar y Secada, Macedo y Químper defienden la causa de los telegrafistas. La solución de la huelga pende de la resolución de la Camara de Diputados de un proyecto ley que concede la propiedad del empleo á los telegrafistas.  Variedades.  XII (449) : 1301.  Lima, 7 de octubre de 1916.












HUELGA DE TRANVÍAS






CIUDAD ENFERMA POR FALTA DE TRANVÍAS 
La causa principal de la huelga, o al menos como una de las razones que la explican, se da el interés que ha tenido y tiene el gobierno  en desviar la atención pública del proceso electoral cuya solución  obstaculiza, y el de hostilizar  a las empresas eléctricas en las que tienen grandes intereses los señores Prado.  “Este movimiento obrero ha sido considerado por el público en general como injusto y no ha despertado la menor simpatía. Todo lo contrario, dados los prejuicios que la falta de tráfico  de tranvías ha producido, el sentir unánime  es de desagrado, llamando la atención que las autoridades llamadas á intervenir y aún á solucionar la enojosa situación se mantengan en una pasividad extraña é inexplicable”.  Variedades.  XIII (485) : 653.  Lima, 16 de junio de 1917.

















EL FIN DE LA HUELGA DE CONDUCTORES Y MOTORISTAS
"Después de terminada la huelga de conductores y motoristas, se restableció el tráfico urbano é interurbano en las líneas de las Empresas  Eléctricas  Asociadas, mediante el sometimiento  de las diferencias surgidas  entre los huelguistas y la Empresas al fallo de una comisión designada por el gobierno. Para llegar á esta solución de tregua, fueron necesarias las intervenciones de la Municipalidad y del Gobierno, gestiones  en las que actuó como representante de los huelguistas el doctor Víctor Maurtua y por parte de las Empresas el doctor Mariano I. Prado, gerente de ellas.”.  Variedades.  XIII (486)  : 681.  Lima, 23 de junio de 1917.










HUELGA DE PANADEROS

HUELGA DE PANADEROS
“Ha sido una de las huelgas más curiosas  é inmotivadas. Los Huelguista protestaron de la prisión  de dos panaderos y de las matanzas  de Huacho. La huelga, que no tenía razón de ser, quedó  solucionada en veinticuatro horas; pero, sin embargo, los panaderos ocasionaron fastidios á las familias  y á la gente consumidora  de ese artículo. Con ese motivo el llamado pan  integral ha aprovechado  para ponerse de moda y para expenderse en gran cantidad en los talleres de la Penitenciaría.  Variedades.  XIII (487) : 726.  Lima, 30 de junio de 1917.


LAS OCHO HORAS EN EL PERÚ







LA SITUACIÓN OBRERA EN LIMA.  La Crónica.  Lima, 14 de enero de 1919.






La Crónica.  Lima, 16 de enero de 1919.  p. 4. – 5.






LA AGITACIÓN SOCIAL – OBRERA EN LIMA: SE PROCLAMA EL PARO GENERAL EN LA CIUDAD.
El acontecimiento, ó los acontecimientos, mejor dicho, más notable de la semana que concluyen son todos los relacionados con la anómala situación de fuerza creada por la agitación  de las clases obreras  y trabajadoras que, de la huelga y de los reclamos pasaron al paro general.

Huelgas pequeñas, de los tejedores, de los panaderos y de otros distintos gremios condujeron á la situación general. El paro general, que no se veía en la capital desde el último  paro político de las elecciones del señor Billinghurst en el año 1912 se repitió, por esta vez con caracteres de marcada violencia. En el espíritu público había cierta intranquilidad  pues  las noticias cablegráficas de la reciente huelga general en Buenos Aires, que se convirtió en un formidable  movimiento maximalista y revolucionario, no eran nada halagadoras. Se temía que un espíritu de imitación ó que el mal del maximalismo, que está  echando hondas raíces  en todas partes, complicará  la situación pero, felizmente á éste  respecto los temores se han desvanecido y el paro ha sido una simple  manifestación de fuerza de los obreros en huelga de los gremios que se solidarizaron  con los huelguistas para obtener  el logro de sus pretensiones.  Variedades.  XV (568) : 42.  Lima, 18 de enero de 1919.

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