Gian Marco Osorio P.
Al observar “La Huelga” de Eisenstein se me viene a la mente una frase que dijo Lenin: “La fuerza de la clase obrera está en su organización”. La palabra organización refleja la unidad, la práctica y el común denominador del cambio. El drama de la película no está fijado en un par de personas sino el drama histórico es reflejado en la masa.
Básicamente la película cuenta cómo los obreros bolcheviques de una fabrica, tras preparar el terreno con la agitación, convierte una protesta espontánea en una huelga. La estrategia habitual de Einsentein era subdividir sus películas en “capítulos” o “actos”, donde cada parte refleja una huelga típica.
Eisentein hace un paralelismo entre la producción de una huelga y la propia producción industrial. He podido notar en la película como Eisenstein diagnostica las fuerzas con las que tiene que enfrentarse la clase obrera.
La fuerza del capital esta personificada por el director de la fabrica, obeso con sombrero de copa, y a la policía como un rebaño de espías. Todas estas fuerzas están presentadas según un espectro de tipos esquemáticos que van desde lo más realista (la policía) hasta la caricatura (el capitalista y su equipo), lo grotesco y lo circense (el rey vagabundo).
Eisenstein introduce un toque estrafalario incluso en los momentos más naturalistas: “en la escena en que el administrador de la policía soborna al bolchevique capturado hay un par de enanos bailando sobre la mesa, y su baile seductor remeda el consentimiento del traidor”.
Los obreros, en contraste, están idealizados según el modo típico del realismo heroico, sin ninguna de las exageraciones de vestuario o actitud con que aparecen las fuerzas burguesas. Es interesante como Einsenstein hace notar a través de la visualización el crecimiento del resentimiento; llegó a esa premisa porque después del primer plano del director (capitalista), aparecen de manera oblicua, como siluetas y reflejos la personalización de los agitadores.
Más adelante, los obreros aparecen por lo general como masa. Percibo que a veces algún obrero destaca en concreto, pero no en profundidad. Hasta incluso, si algún obrero aparece o se manifiesta como personaje, o bien muere pronto (el suicida) o pasa a la burguesía (el traidor). Creo que toda individualización que presenta la película indica oposiciones temáticas.
Las fuerza capitalistas se las compara como animales. Cuando la fabrica está inactiva, su director, en montaje paralelo, aparece con un cuervo y un gato. Más claro aun, cada espía de la policía tiene una identidad animal: perro, zorro, búho y mono, conectados visualmente con su correspondiente personajes, que se mueven en consecuencia.
Es importante señalar que la escena más impresionante y misteriosa son los motivos de forma geométrica : el circulo “HO” ósea “pero”. Es curioso estas formas porque la O adquiere vida propia para luego tomar la forma de una rueda que gira en la fabrica.
Una de las escenas más provocadora y espectaculares es la de los bomberos con las mangueras, en está secuencia el director usó un montaje rítmico y composiciones en diagonal, esto permitió crear un movimiento espectacular.
Esta serie de movimientos nos hace pensar que el objetivo de Eisenstein es mantener un tipo de agitación en la película para provocar al público, utilizando símbolos. La huelga alude a una iconografía religiosa, por ejemplo en el suicidio del obrero y cuando los manifestantes son reprimidos por los bomberos, típicos mártires de la Rusia de esos tiempos.
Es una película muy interesante, les propongo tener una cita con Eisenstein y su primera película “La Huelga”. Si Lenin fue el eterno revolucionario Eisenstein fue el revolucionario del cine.
muy interesante tu articulo
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