miércoles, 21 de noviembre de 2012

FLORA TRISTÁN Y LA ESCLAVITUD EN EL PERÚ. ÁLISIS DE LA ESCLAVITUD EN LA OBRA: PEREGRINACIONES DE UN PARIA


Autor: Gian Marco Osorio P.




SUMARIO:


 I.                   RESUMEN

II.                OBEJTIVOS

III.            PANORAMA HISTORICO A COMIENZO DEL SIGLO XIX

·        Viajeros franceses en el perú: Siglo

IV. FLORA TRISTAN, DEFENSORA DE LOS DERECHOS DE LA MUJER

·        La esclavitud en el Perú

V.  ANALISIS Y TIPOS DE ESCLAVITUD EN LA OBRA “PEREGRINACIONES DE UNA    PARIA” DE FLORA TRISTAN”

·        El matrimonio como forma de esclavitud:
·        La esclavitud y el comercio de negros:
·        La esclavitud en la mujer en Praia
·        Abuso y castigo, formas de controlar la esclavitud: Praia
·        Las religiosas y la esclavitud:
·        La esclavitud en las haciendas de Lima

VI.              CONCLUSIONES

VII.       BIBLIOGRAFIA




I.         RESUMEN

            Entre los años de 1833 y 1834, Flora Tristán emprende un viaje a la libertad. Su objetivo fue recuperar el respeto por la sociedad, la cual la había condenado a convertirse en una Paria. En la peregrinación que realiza en el Perú y parte de la América del Sur, ella describe sus experiencias en una memoria, que con el transcurrir del tiempo se convertirá en uno de los libros más relevantes de nuestra historia. El artículo se centrará en explicar los tipos y las formas de esclavitud que ella experimentó en su recorrido por el Perú. El interés del trabajo no sólo se centrará en la esclavitud de negros, sino en las diferentes formas de represión que existieron a comienzo del Siglo XX, como el matrimonio,  la vida religiosa, y la avaricia del poder. Que hicieron sumergir al Perú en la más honda pobreza social.

II.        OBJETIVOS

  • Determinar la situación social política y económica del esclavo a comienzo del Siglo XX.
  • Analizar las experiencias del viaje que realizó Flora Tristan en América del Sur. Esta descripción está basada específicamente al tema de la esclavitud, y sus consecuencias en el entorno político de nuestra historia.
  • Valorar el discurso de Flora Tristan en la construcción de un personaje que influyó en la modernidad.
III.      PANORAMA HISTÓRICO A COMIENZO DEL SIGLO XIX


La independencia del Perú marcó el fin del Virreinato y el inicio de los gobiernos militares. El caudillaje militar se convirtió en la manera de alcanzar el poder. No hubo instituciones que regularan el sistema de nuestra sociedad, por tal razón, convirtió al Perú en un colapso general. Nuestra economía se vio afectada, los campos arruinados, las minas abandonadas, la baja producción obrera, todo declinó. El Perú tuvo la necesidad de recurrir a préstamos extranjeros para hacer frente a las necesidades del Estado.  Nuestra producción sólo se limitó al comercio. El caudillismo se  convirtió en la máxima representación del Estado en los países emancipados. Para Lynch “Los caudillos (con su capacidad de controlar a las clases populares) representaban la solución al desorden social, señalando asimismo que la agenda política que ellos tenían moldeó a la nación”.[1]
En las primeras décadas del siglo XIX, San Martín y Bolívar discutían el nuevo sistema que optaría el Perú: Monarquía o República. En 1822, Riva Agüero  se unió al general José de San Martín y apoyó fielmente a la Monarquía Constitucional que era defendida por Torre Tagle y Sánchez Carrión.  Luego, Bolívar optaría por una República Unitaria contra la República que defendía Riva Agüero. En los tiempos de la Confederación Peruano-Boliviana, el general Santa Cruz desencadenó una serie de batallas contra Santiago Salaverry y su defensa a la Republica Conservadora.
En las primeras décadas, el Perú ha tenido 7 constituciones (1821,1823, 1826, 1828, 1834, 1837 y 1839), y siete gobiernos militares (1827,1829, 1834, 1835, 1839, 1841 y 1843) de características conservadoras y liberales.

1.                       Viajeros franceses en el Perú: Siglo XIX



En el siglo XIX. Francia era considerada un paradigma de libertad. Cualquier acontecimiento que ocurriera en ese país, repercutía en admiración y respeto en nuestro continente. En los últimos años del siglo XVIII y comienzo del siglo XIX, los franceses estuvieron abocados al conflicto social y político que causó la revolución francesa. Por tal motivo, su literatura estuvo comprometida en los acontecimientos sociales y políticos, y no en temas secundarios: América.
Fue en  1820, que  resurge el interés de Francia en esta parte del continente, a raíz de la secuela de la guerra de la independencia. Para los franceses, el Perú, constituyó la noticia del momento. El primer libro del siglo XIX dedicado al Perú, fue escrito por Rosnyy: “Voyague de un puviem a Paris”.  El libro trata la vida de un joven indio, descendiente de Incas, que llega a Francia, conducido por un viejo filósofo, amargado de la revolución francesa y desengañada del género humano. Jullien Mellet, fue otro viajero francés,  que residió más de diez años en América, y fue agente de Napoleón, era conocido por el apodo de El Americano. Él recorrió la costa peruana en 1819, desde Buenos Aires a la Antillas. Mellet no era científico y no gozaba de un cargo oficial, sólo conoció al virrey y a la nobleza criolla.
Cuando el nombre del Perú se mezcló con el de La Serna, San Martín y Bolívar. El gobierno francés vigiló de cerca los acontecimientos del Perú, como los de toda América. Fue a partir de 1824, donde la figura del libertador Simón Bolívar ocupó el interés de  Francia. En ese momento, el gobierno francés realizó visitas oficiales para trasmitir al ministerio francés sus impresiones de los planes de gobierno de  América.
Quién conoció el Perú y trazó una imagen real de nuestro país, fue el capitán Alfonso de Mogel y el Agente Rattier de Sauvignan. Mogel era un oficial de la marina, que llegó a las costas de América en 1823, y al Perú en 1824. Él tuvo como misión oficial, reunirse con La Serna en el Cuzco, pero al no tener éxito se dirigió a Lima. Mogel conoció la costa y la sierra peruana, tuvo  contacto directo con el pueblo indígena y los montoneros. El otro cronista francés, fue el padre Rattier de Sauvignan. Rattier viajó al Pacifico casi al mismo tiempo que Mogel, pero lo hizo, como secretario del conde de Landós. El francés tuvo como misión observar la conducta del gobierno patriota de Lima. Él escribió una serie de correspondencia de suma importancia para comprender el contexto social, político, económico del Perú. De no haberse publicado los libros de viajes, el Perú hubiera gozado de una mala imagen.

IV.       FLORA TRISTAN, DEFENSORA DE LOS DERECHOS DE LA MUJER

Flora Tristan nace el 7 abril de 1803 en París. Su padre, Mariano Tristan y Moscoso, fue un destacado coronel de la armada española. Durante sus primeros años de su vida, Flora no se privó de nada y creció en un hogar respetado  por la sociedad francesa. Cuando tuvo 4 años, su padre muere y su familia se sume en el desamparo. El Estado francés no reconoció a la viuda y a sus hijos negándoles todo tipo de derechos.
Por tal razón, Flora comienza a trabajar como obrera en un taller de litografía, coloreando los grabados del dueño, André Chazal. El señor Chazal era un persona mayor, que se enamoro perdidamente de Flora, y su madre impulso ese romance. Es a la edad de 16 años que contraen nupcias, pero su matrimonio fue un desastre, apenas duro 4 años. Ella tuvo 3 hijos, de los cuales dos morirían a una temprana edad, su hija se llamó Aline y fue la madre de Paúl Gaudin. El matrimonio se convirtió para Flora en un suplicio y humillación. Al no existir el divorcio, ella tomo la decisión de huir, escondiéndose por todo Paris, huía por el temor de que su marido la denunciara a las autoridades. Al encontrarse en la ilegalidad, tuvo que trabajar de dama de compañía de una familia inglesa, la que acompañó en sus viajes por Europa. Es en una hospedería de Paris donde se enteró que el hermano de su padre, Pió Tristan, era un destacado personaje en la lejana América. Al enterarse de la noticia, ella le escribe una carta contándole su existencia y su situación en que se encontraba. En la carta, le expresa la difícil situación de la familia, a raíz de la muerte de su padre. El matrimonio de sus padres no tuvo la legalidad esperada en Francia, para un militar el casarse con una francesa, requería permisos especiales, pero él no los realizó, por esa razón su matrimonio no tuvo un valor legal.
Su tío, Don Pío Tristan, le envió un pasaje para que viajara a Perú. Fue en 1833, cuando ella se embarca en El Mexicano para dirigirse a América. En Perú comienza a escribir su libro “Peregrinaciones de una Paria”,  el cual, tuvo tanto existo en Francia, que le permitió ser una escritora reconocida en la ciudad de luz.
Al enterarse del retorno de Flora a Paris. Andrés Chazal se dedicó a perseguirla judicialmente, valiéndose del rumor que Flora había regresado con una enorme fortuna. Un buen día Chazal la espero en la puerta de su casa con dos pistola, el primer disparo logró impactarle cerca al corazón, al sentirse culpable del acto, Chazal declinó en el segundo disparo. Dos médicos logran salvarle de la muerte, pero la advierten que debe tener una vida calma y discreta, pero ella hace lo contrario. Su necesidad de luchar por la mujer en Francia por las injusticias laborales hizo que alcanzara el respeto de las autoridades francesas.
Flora realiza un viaje a Londres, donde escribe un libro muy admirable, que se llama Paseos en Londres. Fue en Londres donde ella se disfrazó de hombre para poder entrar a los sitios que no le eran permitidos como mujer. Visitó prostíbulos,  bares, donde pudo observar la condición indiscriminada de la mujer.
A su llegada a Burdeos recibe una invitación al concierto de Franz Litz, en el Teatro de la ciudad. Fue en ese lugar, que ella cae desplomada. Al ser auxiliada por una pareja, es conducida a su casa. Flora Tristan muere en 1834, a los 41 años, dejándonos plasmadas sus ideas y vivencias en sus libros.


1.                       La esclavitud en el Perú
A consecuencia de la dominación española, el Perú sufrió una caída demográfica. Motivado principalmente por efectos de enfermedades que eran transportadas por  barcos que partían de Europa. Esta afección tuvo consecuencia irreparable, la destrucción de poblaciones y aldeas enteras; quedando la necesidad de requerir mano de obra para el proceso productivo. Por esta razón  se determinó y se recurrió a la trata de esclavos. Para Santiago Tavara, “la esclavitud es un crimen social que priva al hombre de su libertad personal, cuya garantía es la primera y principal base de la sociedad. En toda sociedad en que existe ó ha existido, la legislación considera al esclavo como una cosa. El crimen de la esclavitud se comete, en un principio, sobre su raza, extranjera que no tiene vínculos civiles con la sociedad que la cautiva. La esclavitud antigua asiática ó europea nació del falso derecho  de la guerra del vencedor sobre el vencido. La esclavitud moderna ó americana, nació del sentimiento humanitario de un hombre poseído de la sublime caridad de Jesucristo. De esta caridad surgió una idea errónea de que se apoderó malignamente el egoísmo y la codicia para fundarla  sobre el color y sobre el abuso de la fuerza”[2]
            Como España no tenía colonias africanas, recurrió principalmente a la trata de negros, realizada por Portugal, Inglaterra.  Estos eran transportados en barcos  hasta el puerto del Callao, donde recibían un trato inhumano de violencia; después eran ubicados en barracones, para ser subastados públicamente en distintos espacios públicos  de nuestra capital.  El destino de los esclavos era mayormente las plantaciones  de azúcar y algodón. El trabajo exigía mucho sacrificio; por tal razón, el esclavo varón costaba mucho más que los jóvenes, mujeres, niños.  En las haciendas sus casas carecían de ventilación e higiene, por lo tanto propiciaban enfermedades. El poco tiempo que le quedaba se dedicaban al alcohol, provocando desorden y violencia. Pero todo esto era inducido por el patrón.

 V.        ANÁLISIS Y TIPOS DE ESCLAVITUD EN LA OBRA “PEREGRINACIONES DE   UNA PARIA” DE FLORA TRISTAN”



1.            El matrimonio como forma de esclavitud:
La primera experiencia que tuvo Flora Tristán con la esclavitud, fue en su  matrimonio. Su unión se convirtió por muchos años en servidumbre. Y este vinculo matrimonial fue interpretado por la autora como una humillación, que no había manera de liberarse de ella, porque no existía el divorcio y la separación. Está búsqueda de libertad se convirtió desde el punto legal en un acto delincuencial.  
Flora sintió que con aquel lazo matrimonial, hacía de ella un ser sin vida propia y libertad; que sólo el hecho de verse ligada con otra persona era el resultado de un trato comercial de sometimiento al hombre. Esto hizo en ella, que rechazara la maternidad y desconfiara  el amor del sexo opuesto.  Su idea de matrimonio se basaba en una institución intolerable, donde la mujer era vendida al hombre para ser convertida en esclava.
Al sentirse abandonada en Francia, y escondiéndose del temor de ser descubierta y enviada a prisión por su marido. No descartó la oportunidad de buscar a su pariente en el sur del Perú. Este hecho, fue a consecuencia de un encuentro fortuito que tuvo con un comensal en una hostería de Paris. Esté se acercó a ella, y le dijo: “Usted se apellida Flora Tristán. ¿Usted no será pariente de unos Tristán del Perú?. Yo soy marino. Hago viajes regularmente hacia América del Sur, he estado muchas veces en el sur del Perú, en la ciudad de Arequipa, y allí la familia Tristán  es la familia más poderosa e influyente. Yo conozco a don Pío Tristán, que fue uno de los últimos virreyes del Perú y uno de los primeros presidentes de la República”.[3]. Este acontecimiento fue el inicio a un encuentro con la libertad y el despotismo de la sociedad.
Flora Tristán encontró en el Perú el mismo trato de esclavitud que sufrían las mujeres francesas, porque en el siglo XVIII, el matrimonio en nuestro país fue la base de la sociedad hispánica. La nobleza criolla mediante esta unión garantizaba la legitimidad y continuidad social de la familia colonial. Porque mediante el matrimonio se conservaba el status y el patrimonio de las familias. Fue por ese motivo que existió  un excesivo abuso a la mujer peruana. En este siglo las uniones no necesariamente fueron por motivos de fe sino más bien por razones de otra idiosincrasia, trayendo como consecuencia niños ilegitimos, madres abandonas y abusos excesivos contra la mujer peruana: violaciones, embarazos no deseados, etc.
Cuando Flora Tristán escribe sobre su viaje, lo realiza con un énfasis puesto en el paisaje social y las relaciones humanas, donde ella misma se sitúa en la narrativa que expresa. Por tal razón, en Peregrinaciones de una Paria se entretejen muchos temas, pero la esclavitud será el motor para entender el pensamiento de está gran intelectual que estuvo en el Perú a comienzos del siglos XIX. Ella continuamente va intercalando las descripciones con sus reflexiones, estableciendo comparaciones de su actividad política como militante de movimientos socialistas en Paris con el desarrollo histórico de nuestra sociedad. Ella  afirma lo siguiente: “Antes de comenzar la narración de mi viaje debo hacer conocer al lector la posición en la cual me encontraba cuando lo emprendí y los motivos que lo determinaron. Debo colocarlo en mi punto de vista, a fin de asociarlo a mis pensamientos y a mis impresiones[4]. Este párrafo nos da entender, que ella no solamente estuvo comprometida consigo misma, sino con otras personas o hechos que tuvieron relevancia en ese momento.


2.            La esclavitud y el comercio de negros:
Cuando se embarca en “El Mexicano”, ella establece una amistad con sus compañeros de viaje, donde descubre que los marineros son hombres civilizados que la tratan con respeto, protegiéndola de toda adversidad que pueda tener en el transcurso del viaje. Fue en  Praia, donde  conoce a Mr. Tappe, un hombre gordo, con rasgos angulosos y tez curtida. El le contó, que había sido educado en el Seminario de Passe, cerca de Bayona.  Y por su distinción religiosa, fue enviado como misionero a diferentes puntos del mundo, para convertir a la población salvaje en el catolicismo. Fue por esa razón que llegó a parar en el puerto de Praia. En la conversación que tuvo con el Mr. Tappe. Flora Tristán quería saber que clase de negocios había realizado en esta parte del mundo. El le respondió: Dios mío, señorita, no hay en esta costa, sino un solo género de comercio: la trata de negros. ¡Cuando vine a establecerme en esta isla era entonces el buen tiempo! Se podía ganar dinero sin darse mucho trabajo. Durante dos años fue un gran negocio. La prohibición misma de la trata, hacía que se vendieran los negros como uno quería. Pero, desde entonces, esos malditos ingleses han insistido tanto en la ejecución rigurosa de los tratados, que los peligros y los gastos que ocasionan el transporte de los negros ha han arruinado por completo el negocio más lucrativo que ha existido. Además, esta industria la explota  todo el mundo ahora y no se gana  en ella, más que al vender  fardos de lana o algodón.[5]
Este incremento del comercio de negros en América era acompañado por una fuerte ideología racista. Los negros eran considerados seres inferiores, comparados frecuentemente por animales, o simplemente un objeto. La iglesia los consideraba seres sin alma. Pero Una vez proclamada la independencia, San Martín emite el famoso bando de “Libertad de Vientres” (12 de agosto de 1821) por el cual todos los hijos de esclavos que nacieren  en el Perú a partir del 28 de julio de ese año serían libres. Ya en el texto mismo del decreto se aprecia que San Martín decide optar por una fórmula de abolición gradual: “Yo no trato, sin embargo, de atacar de un golpe este abuso: es preciso que el tiempo mismo que lo ha sancionado lo destruya”[6]. Este decreto permito dar algunas libertades a la raza negra, pero en la práctica nunca se cumplía, siempre existieron los abusos y las humillaciones.
Antes de abordar a  “El Mexicano” aceptaron la cortesía de un capitán italiano, de subir a su goleta.  Se llamaban Brandisco, era un hombre de 50 años, natural de Venecia, que recorría el mundo desde los 6 años. Durante el transcurso de su vida llegó a realizar labores de  grumete, marinero, y ahora era capitán y dueño de un buque con dos mástiles, de cuarenta toneladas. Hablaba  todas las lenguas, pero lo realizaba de una manera errada, que causaba rizas entres sus amigos. Su principal negocio era la trata de negros, y después de presentarse y contar la forma como se hizo de una riqueza, vino a expresar su negocio. Este es el dialogo:
-Ahí tengo – nos dijo – dos lindos negritos que serían muy convenientes para ustedes. Son buenos honrados, bien educados, fuertes, y sanos. ¡Cok! – gritó. Enseguida un negro joven, como de quince o dieciséis años saltó a la cámara y quedó inmóvil delante de nosotros. El miserable Brandisco se puso a elogiar su mercancía, mostrándonos por todos lados a ese ser humano como hubiera podido hacerlo un chalán con un potro joven. Este acto de barbarie trajo presente a mi espíritu todos los males  de la esclavitud, odioso cuadro que ya  me había ofrecido Praia.[7]
En este pasaje se demuestra la injusticia social que sufría el esclavo negro en el continente americano. Ella notó que estás prácticas de desprecio social se acrecentaba durante el tiempo, acrecentándolo con las prácticas de torturas y otros bajezas indignas. Flora estaba convencida que está costumbre existía por todo el continente americano. Los prejuicios de Europa sobre las profesiones no habían podido propagarse, y la esclavitud del  negro se ha clasificado por el matiz del color de la piel, más no por el género de trabajo a que se dedicaban.



3.            La esclavitud en la mujer en Praia:
La primera experiencia que tuvo Flora Tristán con la esclavitud, fue en Praia. Ella fue testigo visual de la opresión que sufre la mujer negra en esta parte del continente. Y comprobó la humillación que sufre sus valores, como ser humano.
Flora Tristán al tener el dialogo con  Mr Tappe sintió que hablaba con un caníbal. Este consideró a la mujer como un objeto sexual y una maquina reproductora de hijos. Donde el objeto de su cuerpo era la satisfacción de sus apetencias sexuales.
Por esa razón decidió retirarse a su dormitorio. Luego, al encontrarse con el Mr. David (Co-propietario de El Mexicano) por los pasadillos del barco. Este le preguntó por la velada que tuvo con el propietario del Puerto de Praia. Flora Tristán muy indignada le expresa que  aquel hombre le inspiraba la más profunda repugnancia. Cuando el Mr David increpa a la autora, y le reprocha cual fue el motivo del trato a este hombre culto, ella replica: “Este hombre no es francés. Es un antropófago bajo la forma de carnero”.  Infortunadamente para ella el Mr Tappe había sido invitado a comer  en el barco, por lo cual Mr. David la convenció de olvidar el incidente y le pidió que le de oportunidad de conocerlo mejor. Su intención era que Flora estudiara a este hombre, a fin que adquiriera por sí misma la existencia de criaturas inmundas.  Después de experimentar la avidez de comer de este hombre, se mantuvo un dialogo. Es el siguiente:
Su capitán, señorita, acaba de darme una comida muy buena. ¡Comer!. Esa es la vida. Y yo en esta isla de miseria, estoy privado de esa vida.
¿No tiene usted nada para comer en esta isla?No tenemos sino carneros, aves, legumbres, pescado fresco y frutas.
Pero me parece que con todas esas cosas se debe tener un menú muy conveniente.
Sí, si se tuviera un cocinero y todo lo que se necesita para preparar los guisos; pero no hay nada de eso.
¿Porqué, pues, no le enseña a cocinar a una de sus negras?
¡Ay señorita! Se ve bien que no conoce usted a la raza negra. Esas miserables criaturas son tan malas, que me es imposible confiar en ninguna de ellas ese trabajo sin correr el riesgo de ser envenenado.
Entonces las trata usted muy duramente, para que sientan tanto odio y alimenten semejante animosidad contra su amo.
Los trato como es debido tratar a los negros, sí se quiere ser obedecido: a latigazos. Le aseguro, señorita, que para manejarlos, esos bribones dan más trabajo que los animales.
Tengo 18 negros, veintiocho negras y treinta y siete negritos. Desde hace dos años los negritos se venden muy bien, pero cuesta mucho trabajo deshacerse de los negros.
En que ocupa Usted a esa gente?
En cultivar mi chacra, en cuidar mi casa. Todo está bien cuidado, pregunte a esos señores.
El Mr. David me ha dicho que usted es casado; ¿es feliz en su matrimonio?
Me vi obligado a casarme con una de esas negras, para asegurar mi vida, Ya me han envenenado tres veces. Temía morir y pensé que casándome con una de aquellas mujeres, ella tomaría interés por mí, sobre todo si le hacía creer que todo lo mío le pertenecía también. La hago cocinar y la obligo a probar, delante de mí, lo que me sirve de comer. Encuentro en esta precaución  una gran seguridad. Tengo tres hijos en esta mujer a quienes ella quiere mucho.
Entonces usted no puede pensar en retornar a Francia si siete lazos aquí.
Porque dice eso? ¿Acaso por esta mujer? OH, eso no me molesta. Tan pronto como haya hecho una pequeña fortuna, la traeré aquí y un día que el mar esté encrespado le diré: Yo regreso a mi país. ¿quieres venir conmigo?. Todas estas mujeres se aterrorizan  por el mar, estoy seguro que ella se negará. Entonces yo le diré: Bien,  mi querida, ya usted ve que estoy cumpliendo con mi deber y le estoy ofreciendo llevarla conmigo, pero usted se niega a obedecer a su esposo.... Le deseo la felicidad. Y luego me iré.
¿Cuál será el porvenir de esa mujer?
OH, ella ni se quejará ni temerá nada: venderá a sus hijos por buen precio y encontrará un buen marido para cocinarle..
Pero, esa mujer es su esposa a los ojos de Dios, Mr. Tappe ; ella es madre de sus hijos....[8]

A raíz de este dialogo, Flora entiende los infortunios que traen la pobreza y la falta de aceptación por la sociedad. No se resigna ante tanta injusticia, y su sentido de compasión y equidad está dirigida hacía el esclavo. Es a través de sus relatos, que denuncia a la sociedad, que se encuentra en esta parte del continente (Praia). Ella reflexiona en el hecho que toda está maldad y discriminación es causa directa de Europa por permitir esas opresiones.  Flora Tristán observó que la esclava negra era comprada y vendida por su calidad de productora y reproductora, teniendo sus hijos el mismo futuro que la madre, por esa razón era considerada por el hacendado de interés multidimensional.



4.            Abuso y castigo, formas de controlar la esclavitud: Praia
Antes de salir de Praia. Flora realizó una visita de despedida al cónsul de aquel puerto. Fue en ese lugar donde presenció otra bochornosa atrocidad de ultraje a la humanidad. Ese joven cónsul, representante de una república, ese elegante americano, tan gracioso conmigo, tan amable con Mr. David, no parecía sino un amo bárbaro. Lo encontramos en la sala baja golpeando con un garrote a un negro extendido a sus pies, cuyo rostro estaba cubierto de sangre. Hice un movimiento para ir a defender de su opresor a ese negro, a quien la esclavitud paralizaba las fuerzas.
El cónsul encargó a Mr. David que nos explicara por qué golpeaba a su esclavo. El negro era ladrón, embustero, etc...!Como si el más enorme de los robos no fuera aquel de que es víctima el esclavo! ¡Como si pudiera existir una virtud para aquel  que no puede tener una voluntad! ¡Como si el esclavo debiera algo a su amo y no estuviera, por el contrario, con derecho de intentar todo contra él.[9].
Tristan nos muestra lo abyecto de la esclavitud, y la incomprensión de cómo una persona de gran talla es agredida por otra. Por primera vez observa el abuso desmedido del patrón, y su respuesta fue una reacción justa contra del opresor. La isla de Praia pertenecía a Portugal, y su principal comercio era la trata de negros, su ubicación estaba muy cerca a la costa occidental de Senegal. Por otra parte, el abolicionismo se desarrolló a inicios del siglo XIX, alentado por la Revolución Industrial y la Revolución Francesa, pero a él se enfrenta el pensamiento esclavista americano (que se apoya en que el esclavo es la mano de obra, que hace posible el cultivo de tabaco, algodón, azúcar y café). Hay tres etapas: en la primera (primer tercio del siglo XVIII-1807) se dan los orígenes y desarrollo del abolicionismo, que se convierte en un movimiento interior que influyen en que cada Estado decida la abolición de la trata; en la segunda etapa (1807-1815) se da una transición en la que el abolicionismo pasa de ser un asunto exclusivamente nacional a plantearse como un caso internacional en el Congreso de Viena; en la tercera etapa (1815-1886/1888) se da la era abolicionista, pues tras Viena los países van suprimiendo la trata y luego la esclavitud, firmando tratados bilaterales o por leyes internas. Pero no se producirá una supresión total y no será hasta los años 60 cuando se proscriba el contrabando de negros[10]. Estos intentos de abolir el tráfico de negros por parte de Inglaterra (1807) y la creación del Escuadrón de África Occidental, hizo muy difícil el comercio de negros. Este tratado permitió que otros países se afiliaran al tratado. A raíz de este hecho, San Martín encuentra una fórmula salomónica: decreta lo que se denomino la libertad de vientres, es decir, la regla de que nadie nace esclavo en el Perú a partir de la Independencia. En esta forma, los actuales esclavos permanecen como tales, pero la siguiente generación ya no será esclava. Así mismo San Martin, una institución que ha durado tanto tiempo no será terminada en un solo acto, lo que podría ser perjudicial, sino que se dejará que “el tiempo mismo que la ha sancionado la destruya”. Estos aires de independencia fue el inicio de la abolición de la esclavitud en el Perú.
5.            Las religiosas y la esclavitud:         
Al establecerse en Arequipa, en búsqueda de su herencia. Flora realiza una serie de visitas a los conventos que cuenta la ciudad. Al visitar el convento Santa Rosa, considerado como uno de los más ricos monasterios del Perú, se dá con la sorpresa que tiene una distribución muy cómoda, y presenta cuatro claustros que encierra en cada uno, un lugar espacioso. Pero toda esa belleza no era contrastada con el perfil de las religiosas de Santa Rosa. Para Flora, ellas eran consideradas como: envidiosas, celosas. Ellas revelaban la pereza y el odio. La autora la consideraba unas esclavistas.  “Ninguna debería tener, según el reglamento, más de una mujer a su servicio; pero algunas tienen tres o cuatros esclavas alojadas  en el interior. Además cada una sostiene  afuera una esclava  para hacer sus comisiones, comprar  lo que desea, y comunicarse, en fin, con su familia y con el mundo. Se encuentran también  en esta comunidad, religiosas cuya fortuna  es muy considerable  y hacen muy ricos  presentes al monasterio y a su iglesia”[11].
La autora comprendía la necesidad de tener esclavos domésticos, pero el trato que recibían era infrahumano. Ella denuncia a la sociedad por no abolir las leyes que permitían esta humillación. Esta esclavitud fue abolida  gradualmente desde 1821, pero persistió en el Perú hasta 1854.
Por otro lado, Flora menciona que las mujeres que abandonan la vida espiritual, como es el caso de su prima Dominga, nunca podrán sacarse el pasado religioso. La ciudad la condenará por siempre.  A pesar de no contar con los hábitos la seguirán tildando de religiosa, y el desprecio se convertirá en una esclavitud.





6.            La esclavitud en las haciendas de Lima:
Después de la revolución de Arequipa. Flora toma la decisión de regresar a Francia, pero antes, decide visitar Lima. El ser pariente de don Pío Tristán le valió poder participar de todo la elite de la ciudad.  En Lima es invitada por la familia Izcue a visitar la zona de Chorrillos, cerca de la costa, lugar donde los limeños acostumbran a pasar el verano. Muy cerca de este balneario se encuentra la plantación azucarera de Mr. M. Lavalle, antiguo intendente de Arequipa. Este establecimiento contaba con cuatrocientos negros, trescientas negras y doscientos negritos. El propietario de la hacienda le ofreció  visitar sus instalaciones. Fue en ese lugar donde Flora, harta de la humillación por parte del patrón replica de forma airada el maltrato que recibe los esclavos de la hacienda. Este es el dialogo: Enseguida fuimos a la refinería contigua donde el azúcar se separaba de la melaza. M. Lavalle me habló de sus proyectos de mejoras.
Pero, señorita, agregó, la imposibilidad de conseguir nuevos negros es desesperante. La falta de esclavos traerá la ruina de todos los ingenios. Perdemos muchos de ellos y las tres cuartas partes de los negritos mueren antes de llegar a los doce años...
Esta mortalidad es espantosa y debe hacerle concebir, en efecto los más funestos temores para su establecimiento. ¿De qué proviene, pues, que no se mantenga el equilibrio entre los nacimientos y las defunciones? El clima es sano y creería que los negros están aquí tan bien como en África.
El clima es muy sano pero las negras se hacen abortar a menudo....
Oh! ¡Entonces son muy desgraciados! ¡La especie humana aumenta hasta en medio de las calamidades! Sus negros se multiplicarían  tanto como los hombres libres si su existencia fuese tolerable y si entre ellos el sentimiento del dolor no fuese más fuerte que los más tiernos afectos de nuestra naturaleza.
Señorita, usted no conoce a los negros. Es por pereza que dejan perecer a sus hijos...
¿Cree usted que siendo libres sus necesidades bastarían para inducirlos al trabajo?
Las necesidades en estos climas se reducen a tan poca cosa que no necesitarían de gran trabajo  para satisfacerlas. Además, no creo que el hombre, por más necesidades que tenga pueda sentirse inducido, sin la fuerza, aun trabajo regular....
 Creo con usted que el hombre blanco, rojo o negro, se resuelve difícilmente al trabajo cuando no ha sido educado en él. Pero la esclavitud corrompe al hombre y al hacerle odioso el trabajo no podrá prepararlo para la civilización.
Sin embargo, señorita, en tiempos de los romanos Europa estaba cubierta de esclavos y la esclavitud se mantiene aún en Rusia y en Hungría.
También, señor, las guerras sociales pusieron a menudo en peligro el Imperio Romano  y no habría sucumbido por la invasión de los pueblos del norte si las tierras hubiesen sido cultivadas por brazos libres y si las ciudades no hubiesen contenido más esclavos que ciudadanos.......
Observe, le ruego, que la esclavitud aquí, como entre todos los pueblos de origen español, es más dulce que entre las demás naciones de América. Nuestro esclavo puede rescatarse y entre nosotros, el negro sólo es esclavo  de su amo. Si otro lo golpea se encuentra en estado de legítima defensa y puede devolver el golpe. Mientras que en sus colonias el negro está, en cierta manera, bajo la dependencia de todo el mundo.......
Convengo en que las leyes españolas, relativas a los esclavos, son mucho más humanas que las de cualquiera otra nación. Entre ustedes el negro no es simplemente una cosa, es un correligionario  y la influencia de las creencias religiosas le procura algún paliativo. Mas el vicio radical, la perpetuidad de esa esclavitud, subsiste entre ustedes así como en nuestras colonias pues es imposible para el esclavo que pueda alguna vez usar de la facultad de rescatarse, con la continuidad del trabajo exigido.......
¿En que forma señorita?
Si el precio en que se vende el azúcar comparado con el valor de trabajo que demanda, estuviese en la misma relación que los productos de Europa comparados con sus gastos de producción, el amo, sin tener entonces una compensación por la perdida de su esclavo, no lo obligaría al trabajo y velaría por su conservación...
Pero la trata está ya abolida y mientras más valor tengan nuestros productos más interesados estaremos en conservar nuestros esclavos.
Parece que debería hacer así y usted ve por su propia experiencia que sucede lo contrario. El presente es todo para el hombre....
Señorita, usted habla de los negros como persona que no los conoce, sino por los bellos discurso de sus filántropos de tribuna. Mas por desgracia es demasiado cierto que no se les puede hacer marchar sino con el látigo.
Si es así, señor, le confieso que hago votos por la ruina de los ingenios  y creo  que estos votos serán escuchados muy pronto... [12]

VI.       CONCLUSIONES:
  • En “Peregrinaciones de una Paria”, Flora Tristan identifica a la mujer, como un ser subyugado por el matrimonio. Su argumentación radica en que la sujeción de la mujer al hombre es un apriorismo, el cual no se funda en la experiencias, sino en cosas irracionales. La costumbre ha contribuido durante mucho tiempo,  un factor decisivo para mantener esta opresión;  además de leyes del Código Napoleónico que coadyuvaron a sostener  la sumisión de la mujer. 
  • El incremento de la trata de negros a comienzos del siglo XX estuvo acompañado de una fuerte ideología racista por parte del comerciante europeo. Estos seres eran considerados inferiores a comparación con otros, además, ésta humillación permaneció hasta mediados del siglo XIX.
  • El viaje de Flora Tristan explicó la situación del esclavo a comienzo del siglo XIX. A través de su experiencia, ella observó la ineficiencia de los políticos peruanos para remediar el problema de la esclavitud. La ambición del poder era el ingrediente principal en la sociedad limeña.
  • No solo existía una anarquía  militar, sino también social en el Perú, a comienzo del Siglo XIX. Este desorden social fue producto de una sociedad que no pudo gobernarse  a sí misma, donde la improvisación, fue el elemento principal para su desarrollo histórico. La raza negra esperaba con ansias este tipo de eventos, para poder conseguir su libertad, y vivir en el anhelo de libertad.
  • A través de sus memorias el factor importante para de la existencia de la esclavitud en el Perú a comienzos del siglo XIX, era la idiosincrasia pesimista, mediocre de la sociedad peruana. Esto era acompañado por la inconstancia de ideas y modas del momento que existía a comienzo del siglo.
  • La esclavitud construye un mundo incivilizado, porque hace del trabajo un sufrimiento constante, permitiendo a la esclavitud seguir sometiendo con barbarie la degradación del hombre
  • En Peregrinaciones de una Paria, Flora realiza una radiografía del comportamiento social del Perú a principio del Siglo XIX, proporcionando herramientas de reflexión sobre la subyugación del esclavo en el Perú.


VII.     BIBLIOGRAFÍA

  1. Lynch, John. (1993). Caudillos en Hispanoamérica 1800 – 1850.  1 ed.  Colecciones MAPFRE.  Grompone, Rome (editor).
  2.  Tristan, Flora.  Peregrinaciones de una Paria (Biblioteca Juvenil Arequipa). 1 ed..  Arequipa: Gobierno Regional. Pág. II
  3.  Aguirre, Carlos (1995).  Agentes de su propia libertad: los esclavos de Lima y la desintegración de la esclavitud, 1821 – 1854.  1 ed. Lima: Pontifícia Universidad Católica del Perú.  Pág. 185
  4.  González Recuerdo, Antonio (2009).  Colonización de África. El Comercio de esclavos y la era abolicionista [En línea]. Recuperado el 9 de noviembre de 2010http://www.mailxmail.com/curso-colonizacion-africa-comercio-esclavos-era-abolicionista/comercio-esclavos-trata-negros
  5.  Revilla de Moncloa, Fe (1995) La paria peregrina. Lima: PUCP
  6.  Biblioteca Nacional del Perú. (1999).  Viajeros franceses, siglos XVI – XIX.  1 ed. Lima: Biblioteca Nacional del Perú.
  7.  Basadre Grohmann, Jorge.  Historia de la República. Lima: Editorial El Comercio.
  8.  Portal, Magda. (1983) Flora Tristán, la precursora. Lima: Humboldt
  9.  Mannarelli, Maria E. (2006) La casa abierta y la regulación de las emociones. Jerarquías y escrituras en el Perú 1895-1925 En: Mujeres, familias y sociedad en la historia del siglo XVIII-XXI. Lima: Cendoc, PUCP
  10.  De Miguel, Ana y Romero, Rosalía (2003) Flora Tristán: feminismo y socialismo. 1 1 ed. Madrid: Taurus
  11.  Tavara, Santiago (1855).  Abolición de la Esclavitud en el Perú.  1 ed.. Lima, Imp. El Comercio.
  12.  Vallejo, Santiago (1954).  La raza negra en la Campaña de la Emancipación. Panorama.  I (2): 3 - 9.  Lima.
  13.   Romero, Fernando (1980).  Papel de los descendientes africanos en el desarrollo       económico social del Perú.  Histórica.  IV (1): 8-9.  Lima, Editorial Universidad Católica.

CITAS BIBLIOGRÁFICAS

 [1] Lynch, John. (1993). Caudillos en Hispanoamérica 1800 – 1850.  1 ed. Colecciones MAPFRE

[2] Tavara, Santiago (1855).  Abolición de la Esclavitud en el Perú. 1 ed. Lima, Imp. El Comercio. Pág. 3.
[3]  Tristan, Flora.  Peregrinaciones de una Paria (Biblioteca Juvenil Arequipa).  1 ed. Arequipa: Gobierno Regional. Pág. II
[4] Tristan, Flora.  Peregrinaciones de una Paria (Biblioteca Juvenil Arequipa). 1 ed.  Arequipa: Gobierno Regional. Pág. [13]

[5] Tristan, Flora.  Peregrinaciones de una Paria (BIblioteca Juvenil Arequipa).  1 ed. Arequipa: Gobierno Regional. Pág. 43

[6] Aguirre, Carlos (1995).  Agentes de su propia libertad: los esclavos de Lima y la desintegración de la esclavitud, 1821 – 1854.  Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú.  Pág. 185
[7] Tristan, Flora.  Peregrinaciones de una Paria (Biblioteca Juvenil Arequipa).  1 ed. Arequipa: Gobierno Regional. Pág. 54
[8] Tristan, Flora.  Peregrinaciones de una Paria (Biblioteca Juvenil Arequipa). 1 ed.  Arequipa: Gobierno Regional. Pág. 50
[9] Tristan, Flora.  Peregrinaciones de una Paria.  1 ed. Arequipa: Gobierno Regional. Pág. 52

[10] González Recuerdo, Antonio (2009).  Colonización de África. El Comercio de esclavos y la era abolicionista [En línea]. Recuperado el 9 de noviembre de 2010.  http://www.mailxmail.com/curso-colonizacion-africa-comercio-esclavos-era-abolicionista/comercio-esclavos-trata-negros
[11] Tristan, Flora.  Peregrinaciones de una Paria (Biblioteca Juvenil Arequipa).  1 ed. Arequipa: Gobierno Regional. Pág. 256
[12] Tristan, Flora.  Peregrinaciones de una Paria. (Biblioteca Juvenil de Arequipa)  1 ed. Arequipa: Gobierno Regional. Pág.356